¡Reduce el ardor de las rojeces en tu rostro!
«Nada realza la luminosidad de una mujer como un toque de rubor, ya sea natural o cosmético. Pero cuando un simple rubor se vuelve rojo o se transforma en rojeces persistentes, puede hacerla lucir agobiada, estresada o simplemente avergonzada. En las mujeres de piel sensible, el rostro ya no refleja su estado de ánimo. Su piel enrojece en respuesta a innumerables factores de estrés externos e internos. No es extraño, entonces, que las manchas rojas representen la principal preocupación de las mujeres con piel sensible. Además, las rojeces tienden a empeorar con la edad. Bajo los efectos del sol y otros factores agravantes, poco a poco van deteriorando la uniformidad y la belleza de la tez. Para recobrar el control, es fundamental comprender el funcionamiento interno de las manchas rojas de la piel sensible y adoptar el tratamiento diario más adaptado»
¿Por qué enrojece la piel sensible?
«La piel sensible tiene una barrera particularmente frágil en su superficie, que la deja indefensa frente a factores irritantes y ambientales. Cuando identifica ciertos eventos como agresiones, envía señales de alerta en forma de mediadores inflamatorios (citocinas, histamina…). Esto provoca una reacción en cadena que culmina en una vasodilatación o inflamación de la red de vasos sanguíneos, dentro de la piel. ¿El resultado? Aparecen manchas y calor en la superficie de la piel, acompañados por sensaciones de prurito o sarpullido».
¿Cuáles son los factores internos y externos que provocan rojeces?
«Muchas mujeres de piel sensible conocen perfectamente cuáles son sus propios factores desencadenantes. Los factores internos incluyen cambios hormonales (embarazo, menopausia), así como el estrés y la emoción. Los factores externos incluyen cambios de temperatura o humedad, así como ingredientes cosméticos inadaptados (tensioactivos, fragancias, alcohol…). La causa más importante de manchas rojas a largo plazo es el sol: la exposición a los rayos UV durante todo el año agrava progresivamente las rojeces, que pueden volverse permanentes. Por eso es indispensable utilizar una protección de amplio espectro diariamente en las pieles con tendencia a las rojeces. Asegúrate de que tu filtro cubra los rayos UVB, UVA y UVA largos, que están presentes incluso en invierno».
De las manchas rojas a la rosácea: una cuestión de grados de sensibilidad
Los rubores ocasionales son normales, obviamente. Pero cuando dejan de ser intermitentes para ser permanentes y comienzan a aparecer vasos sanguíneos dilatados, acompañados de pequeñas manchas, el diagnóstico más probable es la rosácea. Esta condición común afecta a cerca del 10 % de la población, especialmente a mujeres de piel blanca y ojos claros. Al igual que ocurre con los tratamientos, existen diversas estrategias disponibles, desde cremas tópicas a láseres vasculares, o luz pulsada intensa (IPL). No existe una norma estricta sobre el momento para iniciar un tratamiento pero, si te molesta, no dudes en pedir consejo a tu médico o tu dermatólogo.
¿Cuáles son los mejores productos para tratar las pieles sensibles propensas a rojeces?
Al igual que ocurre con todas las pieles sensibles, las pieles propensas a las rojeces requieren un tratamiento experto específico. Los mejores limpiadores para pieles sensibles son las leches suaves y las aguas micelares, ya que no afectan su frágil barrera. Una astucia para refrescar y calmar la piel recién lavada es utilizar un spray de agua termal, seguido por un humectante que ayude a restaurar sus defensas y una pantalla solar de alta protección.
¿Cuál es el mejor maquillaje para la piel sensible ?
Ya que «menos es más» cuando se trata de piel sensible, conviene reducir al máximo la cantidad de productos usados. Por eso, las BB creams y CC creams son las aliadas ideales de la piel sensible propensa a tener rojeces, pues reúnen múltiples funciones dentro de una sola fórmula, lo que reduce las posibilidades de irritación; además, sus texturas sin ligeras y extensibles para reducir el rozamiento.